
Edad Media

Patrimonio militar
Con la llegada de los musulmanes en el s.VIII se reinicia la urbanización de la ciudad y se construye una primera muralla que luego será reutilizada con una fortificación cristiana.

Patrimonio marítimo
Musulmanes y cristianos fueron conscientes de la importancia estratégica del puerto de Cádiz para el control del Mediterráneo y del paso por el estrecho de Gibraltar.

Patrimonio industrial
Durante la Edad Media, el puerto desarrolló una industrial naval en las atarazanas y un incipiente comercio local de pequeñas tiendas en los límites del arrabal de Santa María.

De la ocupación musulmana a la conquista cristiana
Desde el siglo IV d.C. la ciudad de Cádiz se vio enmarcada en una clara desurbanización contextualizada en un proceso de crisis económica y social.
A partir del final de la Edad Antigua podemos hablar de un cambio en la actividad económica que gira hacia un modelo de explotación rural, trayendo éste como consecuencia un movimiento de la población hacia la zona de interior y además provocando numerosos cambios en lo que se refiere a la red viaria y marítima con la búsqueda de otros puntos geográficamente mejor situados que la ciudad de Cádiz para dar salida a los productos.
Aunque es cierto que en estos primeros momentos de la Edad Media la propia ciudad sufriese esas características, la situación cambió a lo largo del periodo histórico que oscila entre los siglos V y XV d.C., repercutiendo en una nueva fase de urbanización que sentará las bases del posterior crecimiento urbano.
No será hasta la llegada de los musulmanes a la Península Ibérica en el año 711 cuando se pueda volver a hablar de un nuevo proceso de urbanización.
La conquista musulmana de la ciudad de Cádiz, renombrada ahora como Yazirat Qadis, repercutió en un nuevo modelo urbano que, tal como constatan los últimos hallazgos arqueológicos, siguió las líneas características de urbanización propias de su cultura aunque con algunas particularidades que posteriormente quedarán señaladas.
Los primeros indicadores en el inicio del proceso de formación de la nueva ciudad nos lo aportan las fuentes escritas que hablan de la existencia de una pequeña torre levantada sobre los cimientos del antiguo teatro romano, lo que le otorgaba cierta elevación sobre el terreno y cuya función sería la de una torre de vigilancia. Esta torre, llamada torre Al – Malab y traducida como torre del teatro, se debe entender como el punto de partida hacia la formación de la nueva ciudad hispanomusulmana de Yazirat Qadis.
La ubicación de esta torre y su posterior fortificación marcó el trazado de la cerca musulmana en torno al actual barrio de El Pópulo, una zona elegida al ser un punto estratégico por encontrase aquí los restos del antiguo teatro romano que sirvieron de cimentación a las construcciones sarracenas así como una altura superior sobre la cota elevada del terreno circundante y por su situación respecto al mar que proporcionaba el
control sobre la bahía y la defensa natural que proporcionaba el acantilado orientado hacia el sur.
La existencia de la torre Al-Malab solo es conocida por las fuentes escritas pues a día de hoy no se han hallado evidencias materiales de ésta aunque es de suponer que a partir de su construcción se empezó a forjar la fortificación hispanomusulmana que, según los datos aportados por la arqueología, se situaría cronológicamente en el siglo XI d.C. coincidiendo con el periodo de ocupación almorávide en la Península Ibérica.
Sobre la villa de Cádiz en época medieval cristiana sí que disponemos de una mayor información gracias a las investigaciones recientes. Como ejemplo de ello se ha de contar con la monografía sobre el Castillo de la Villa que Rosario Fresnadillo realizó en 1989 donde plantea las hipótesis sobre el desarrollo de la misma a partir de estudios documentales y evidencias materiales de superficie antes de las primeras intervenciones arqueológicas en el barrio de El Pópulo.
Afortunadamente a día de hoy Cádiz cuenta con algunos hallazgos arqueológicos importantes que han permitido aportar nuevos datos con los que ampliar los conocimientos sobre el desarrollo de la fortaleza. Y aunque es cierto que las evidencias materiales sean bastante moderadas sí parecen dejar clara la existencia de un considerable espacio de ocupación anterior a la llegada de los cristianos.
En el año 1262 los cristianos conquistaron la ciudad de Cádiz dirigidos por Alfonso X «El Sabio» lo que trajo consigo la restauración de la cerca musulmana. Este hecho hace pensar que el recorrido de la fortificación cristiana actualmente conservado no tuvo que distar mucho de la cerca hispanomusulmana pues hubo un reaprovechamiento estas estructuras ya existentes para modificar y ampliar la villa en función de sus necesidades.
A partir de estos momentos se puede describir la villa cristiana bajo una forma cuadrangular que se pone de manifiesto a través del trazado marcado por la calle y plaza de San Juan de Dios, la calle Pelota y la plaza de la Catedral. Una fortaleza que, al igual que la primera, estaría conformada por tres lienzos de murallas con tres accesos o puertas, el Arco de los Blancos, abierto al frente de tierra; el Arco de El Pópulo o Puerta del Mar, abierto al mar; y el Arco de La Rosa, abierto al arrabal de Santiago a partir del siglo XVI.
Como segundo reducto defensivo se encontraría el llamado Castillo de la Villa, ubicado en lo más alto del “monturrio” y del que tan solo quedan sus cimientos bajo en actual edificio de la guardería municipal. Cabe destacar también la existencia de la Torre Albarrana, es decir, una prolongación del lienzo de muralla del frente de tierra que actuó a modo de protección y vigilancia.
Entre finales del siglo XV y comienzos del XVI la villa acabó por diseñarse en su totalidad sal- vo algunas casas palaciegas y otros edificios que se anexionaron al exterior de la muralla de cara al puerto señalando ya el futuro del esplendor económico de la ciudad y su relación con el mar.
Evolución de la ciudad de Cádiz a través de su patrimonio militar, marítimo e industrial (MMI)